David.


‘’Era una noche de Luna llena, en la cima de una colina debajo de un árbol. Mientras se contemplaba el esplendido cielo que se tenía ante los ojos, ambos se cogieron de la mano y sonrieron pensando que el otro lo haría.’’ Algo así quedaría ¿no David? Me gusta crear este tipo de historias contigo, son tan mágicas y típicas de sueños.
Todo de ti me fascino, eres un ser (siento decirlo así) que me resulta interesante. Con el mínimo esfuerzo o mínima cosa que digas, eres capaz de sacarme una sonrisa. Me dices esas palabras que necesito oir y aunque te pases del tiempo, sé que luego me la volverás a decir. Es cierto lo que comento Isa en su entrada, te preocupas más de la gente que de ti mismo, y te tengo dicho que lo principal es preocuparse por uno mismo y luego los demás. Pero siempre me tendrás a mí para preocuparme por ti. Que si me faltas un día sabes que me pondré histérica pensando en negativo, que por ti también me preocupo.
Cada mañana que me echo mi colonia, me acuerdo de ti… NENUCO. Así te has quedado y te quedaras, eres mi nenuco favorito, de la mejor marca que conozco.
Recuerdos en mi cabeza que viví junto a ti vuelan ahora por mi cabeza, podría decir alguno… Pero son tantos, y tan buenos que no vale la pena decidir el mejor.
Eres especial David, nunca lo olvides y si hace falta decírtelo todos los días, lo diré.

Te quiero Nenucodechipirón. Gracias por todo.

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